Por: Maritza Méndez
Al observar la medida de la Dimayor (división mayor del fútbol Colombiano) de prohibir el porte de camisetas, banderas y distintivos al equipo visitante uno no sabe si hacer un análisis o un calificativo. Lo primero que se podría decir es una medida apresurada y coyuntural, es decir pasó un hecho, se dijo algo y se tomo la medida para demostrar que se están realizando actos para luchar contra la violencia en los estadios, pero no se analizo realmente el problema ni la solución.
Los periodistas deportivos, dirigentes del fútbol Colombiano y miembros de la Federación Colombiana de fútbol, creen que el problema es de una camiseta u otra. El problema de ser de un equipo o de otro, este no es el problema el problema ha sido que los hinchas lo han interiorizado, si se tiene o no se tiene la camiseta es lo de menos, siempre se van a identificar con el equipo.
Para algunos hinchas de barras bravas para los hechos de violencia es mejor no portar camiseta, hace más ventajas para pelear por que no pueden identificar ni siquiera de que barra es perteneciente el hincha.
La medida se tomo, siguiendo de ejemplo otros países donde la norma ya se estableció, lo que no han observado son los resultados que esta tuvo, en ninguna parte funciono: Europa, Inglaterra, España, Italia y Argentina este último que presento un caso especifico en el año 98 se prohibieron la entrada de banderas al estadio por ser sinónimo de violencia, todas las barras se unieron e hicieron una campaña y el eslogan era “las hermanas banderas no matan”
“la monga cuando se quita el habito deja de ser monja” este ejemplo es análogo al quitarse la camiseta, la camiseta no identifica a la persona, lo que permite es el reconocimiento ante los demás.
Alexander Castro.
Egresado, Docente e investigador de la facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia.

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