Por: Cindy Castiblanco Herrera
Con el lema “Más México en Colombia… más Colombia en México” la 22ª Feria Internacional del libro de Bogotá abrió nuevamente, luego de 16 años, sus puertas al país centroamericano quién llegó acompañado con una delegación de más de treinta y cinco autores, cultura popular, muestras de cine, música y artes plásticas.
El menú de la carta en el tradicional Encuentro Internacional de Escritores fue múltiple. Hubo congreso nacional de lectura, encuentro de editores universitarios y escritores internacionales que debatieron sobre la aproximación al rock desde la crónica y la literatura con la participación de autores como el periodista Eduardo Arias y la historiadora Diana Uribe.
Sin lugar a dudas, desde la materia que nos concierne a los periodistas, el encuentro más importante fue el de periodismo investigativo, realizado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), la Cámara de Colombiana del Libro, la Revista Semana y la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Externado de Colombia.
En los seminarios participaron periodistas de Brasil, México, Venezuela, Ecuador, Chile, Perú, Estados Unidos y Colombia. Se abordaron temas como: “Los retos del periodismo de investigación en la coyuntura política actual de América Latina”; “Así gobiernan los presidentes: reportajes y perfiles del poder ejecutivo en América Latina”; “El papel de las organizaciones de apoyo al periodismo de investigación”; “La vigilancia del poder económico y financiero”; y “Periodismo de Investigación, nuevas tecnologías y herramientas de acceso a la información”.
Todos y cada unos de los temas fueron de trascendental importancia, sin embargo gran parte de ellos se hicieron a puerta cerrada, como el tema de, ¿Quién financiara el periodismo de investigación?, donde reconocidos periodistas como Gerardo Reyes (Colombia), Mónica Gonzáles (Chile), Sergio Dahbar (Venezuela) entre otros, comentaron sobre los retos y las futuras perspectivas del periodismo de investigación, planteando preguntas como: ¿Qué modelos harán viable el periodismo de investigación ante la crisis de los medios impresos? o ¿Qué futuro tienen nuevos modelos como centros de investigación independiente o proyectos financiados por fundaciones privadas?.
Debido a su importancia, los temas hubiesen podido contar con mayor presencia como la participación del público universitario (más facultades de Comunicación Social y Periodismo) que en ningún momento se invitaron y de alguna manera fueron excluidos tanto en el ofrecimiento de un espacio más grande para debatir, como en el discurso mismo que dejo entre ver, una asociación entre periodistas experimentados que en relación con los temas expuestos también están manejando un poder individual, donde se le presta menor importancia al estudiante que en “igualdad de condiciones” está generando contenido intelectual e investigativo. Que no es propiamente periodístico porque aquello no se enseña en la academia, como manifestó la periodista Mónica Gonzáles, pero que pienso, podría modificarse en tanto se otorgaran más guías alternas a la academia y oportunidades en el campo práctico, periodístico y de financiamiento a quienes tal vez, con el tiempo, podríamos ser sus sucesores.
Así culmina este año la Feria Internacional del Libro, con mucho campo para el entretenimiento, cultura y buenas historias, pero con poco espacio de debate para el derecho a la información y expresión de los estudiantes, por lo menos a los que de periodismo o comunicación social se refiere.
Con el lema “Más México en Colombia… más Colombia en México” la 22ª Feria Internacional del libro de Bogotá abrió nuevamente, luego de 16 años, sus puertas al país centroamericano quién llegó acompañado con una delegación de más de treinta y cinco autores, cultura popular, muestras de cine, música y artes plásticas.
Este año la feria ofreció al público una programación cultural abierta con espacios alternos a Corferias como bibliotecas, universidades, centros culturales, la Media Torta y la Cinemateca Distrital.
Reconocidos escritores colombianos aprovecharon la Feria del Libro como uno de los eventos masivos más importantes en el país, para lanzar sus investigaciones y novelas, como Alfredo Molano, con su libro “Ahí les dejo los fierros y otros relatos de supervivencia” o la novela “La mujer de los sueños rotos” de María Cristina Restrepo.

Sin lugar a dudas, desde la materia que nos concierne a los periodistas, el encuentro más importante fue el de periodismo investigativo, realizado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), la Cámara de Colombiana del Libro, la Revista Semana y la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Externado de Colombia.
En los seminarios participaron periodistas de Brasil, México, Venezuela, Ecuador, Chile, Perú, Estados Unidos y Colombia. Se abordaron temas como: “Los retos del periodismo de investigación en la coyuntura política actual de América Latina”; “Así gobiernan los presidentes: reportajes y perfiles del poder ejecutivo en América Latina”; “El papel de las organizaciones de apoyo al periodismo de investigación”; “La vigilancia del poder económico y financiero”; y “Periodismo de Investigación, nuevas tecnologías y herramientas de acceso a la información”.
Todos y cada unos de los temas fueron de trascendental importancia, sin embargo gran parte de ellos se hicieron a puerta cerrada, como el tema de, ¿Quién financiara el periodismo de investigación?, donde reconocidos periodistas como Gerardo Reyes (Colombia), Mónica Gonzáles (Chile), Sergio Dahbar (Venezuela) entre otros, comentaron sobre los retos y las futuras perspectivas del periodismo de investigación, planteando preguntas como: ¿Qué modelos harán viable el periodismo de investigación ante la crisis de los medios impresos? o ¿Qué futuro tienen nuevos modelos como centros de investigación independiente o proyectos financiados por fundaciones privadas?.
Debido a su importancia, los temas hubiesen podido contar con mayor presencia como la participación del público universitario (más facultades de Comunicación Social y Periodismo) que en ningún momento se invitaron y de alguna manera fueron excluidos tanto en el ofrecimiento de un espacio más grande para debatir, como en el discurso mismo que dejo entre ver, una asociación entre periodistas experimentados que en relación con los temas expuestos también están manejando un poder individual, donde se le presta menor importancia al estudiante que en “igualdad de condiciones” está generando contenido intelectual e investigativo. Que no es propiamente periodístico porque aquello no se enseña en la academia, como manifestó la periodista Mónica Gonzáles, pero que pienso, podría modificarse en tanto se otorgaran más guías alternas a la academia y oportunidades en el campo práctico, periodístico y de financiamiento a quienes tal vez, con el tiempo, podríamos ser sus sucesores.
Así culmina este año la Feria Internacional del Libro, con mucho campo para el entretenimiento, cultura y buenas historias, pero con poco espacio de debate para el derecho a la información y expresión de los estudiantes, por lo menos a los que de periodismo o comunicación social se refiere.
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