domingo, 13 de septiembre de 2009

Estadios sin Paz

Por: Jennifer Barragan Lopez


“Los seres humanos somos competitivos por naturaleza, este instinto es el que nos ha inducido a convertir un deporte tan hermoso como el futbol, en una batalla sangrienta”.

En sus inicios el futbol fue un espectáculo deportivo, cuya característica principal era mover masas en torno a un balón, es importante tener en cuenta que hoy en día es uno de los espectáculos que más dinero mueve a nivel mundial, tanto por la cantidad de espectadores, como patrocinadores y demás. Pero todas y cada una de las personas que asistían en épocas pasadas lo hacían con el fin de tener momentos de esparcimiento, al lado de familiares y amigos, libres de las preocupaciones de la vida diaria y de los problemas que pudieran existir de puertas para fuera de los estadios.

Alemania e Inglaterra, fueron los primeros países en generar violencia entre hinchas de equipos contrarios y todo por obtener un titulo en competencias internacionales. En principio los enfrentamientos eran protagonizados por unos pocos hinchas descontentos, pero poco a poco y como si fuera un virus se esparcieron y mucha gente se fue contagiando de un fanatismo incontrolable.

Colombia se ha convertido en un reproductor de las vidas de ciudadanos extranjeros, debido a esto y con el pasar y desarrollo de los años el deporte bonito, pacifico y familiar se convirtió en el terror para los amantes de un buen futbol, para convertirse en una copia más de las barras de equipos de otras partes del mundo. Pues los encuentros futboleros se prestaban para riñas entre personas con camisetas distintas, pero sin una ideología clara, las cuales luchaban por destruir a los contrarios, para por medio de violencia lograr lo que no pudieron en la cancha una “victoria”.

En Latinoamérica se tienen grandes figuras del futbol como el “Pibe Valderrama, el Tino Asprilla, Carlos Tèvez, Leonel Messi y el grande Diego Armando Maradona”, estos últimos nacidos en la tierra donde el futbol es el pan de cada día, donde la primera palabra de un niño es futbol y no papá, pero donde la situación de las barras se ha convertido en un problema de seguridad pública, Argentina. Cuando se pudo controlar el tema, no se hizo nada al respecto y hoy en día ya no hay nada que hacer, tal vez tratar de generar leyes que excluyan a los violentos, pero en este país que esta más desarrollado que el nuestro los dueños y señores son los hinchas.

Colombia un país violento por naturaleza, ha tenido que presenciar no uno ni dos si no varios enfrentamientos generados por estos supuestos hinchas, que con el tiempo se han ganado el título de terroristas, y todo esto ha pasado y seguirá pasando pues lastimosamente la ley en este país es para unos pocos y no para todos.

Hace dos fines de semana se presento un enfrentamiento entre hinchas del equipo “Atlético Nacional, que representa a la comunidad paisa”, y los hinchas del “Deportes Tolima, representante de los tolimenses”. Sería una mentira decir que fue la riña más violenta, pero tal vez fue la que reboso la copa, e hizo que las directivas del futbol y los dirigentes de nuestro país se pusieran los pantalones y de una vez por todas para buscar las soluciones más prontas pero a la vez drásticas, para que de nuevo se pueda asistir a los estadios en paz

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